lunes, 5 de octubre de 2009

Los invisibles

El reino de lo invisible

Hace un tiempo cuando hablaba con algunas personas, al usar palabras como "invisible" y "energia", observaba que muchos comenzaban a sentirse incomodos. A algunos francamente les molestaba, a otros los avergonzaba, otros se enfrentaban con contrariedades muy internas,propias. ¿Son respetables,serios, creibles estos planteos que una profesora con acreditacion universitaria viene a compartir con nosotros? Supuestamente, ciertas tematicas no ingresaban veinticinco años atras en recintos academicos tradicionales o "serios".
Por eso cuando digo que estamos viviendo un momento de bendicion lo digo porque me toco ser testigo de como la espiritualidad y la ciencia antes caratuladas como enemigas que se excluian mutuamente comenzaron antes del fin del siglo pasado a firmar la paz. Añorada y necesaria entre ciencia y espiritualidad.
Aun hay personas muy apegadas a sus juicios o, mejor dicho, a sus pre-juicios. Creencias largamente aprendidas, enseñadas, compartidas y tragadas que se van haciendo carne y como tal, se han convertido en parte de nosotros mismos.
Pero nosotros no somos nuestras creencias, somos algo nuclear, eterno,invisible, una esencia siempre fresca, santa y con todas las caracteristicas de esa semilla primordial de la cual salimos... llamese como se llame. Yo, para ser sincera, no tengo ningun inconveniente en llamarla Dios pero, como me decian en la India...El... no tiene nombre y a su vez... tiene todos los nombres...
¡Que inspirador koan que tuve que practicar dada mi natural tendencia a etiquetar, clasificar y juzgar!. Esa parte mia llamada Ego cuya principal marca es la perpetua necesidad de juzgar, me separo mucho tiempo de los que SE que ahora YO SOY...
Nuestras percepciones de los demas, de las cosas, de la vida misma se convierten comunmente en el campo de batalla entre el deseo de juzgar y el deseo de nuestra parte superior, santa, de aceptar a los otros y a uno mismo tal como somos. El ego, el gran censurador nos atrapo en una red, invisible pero hiperactiva, que se retroalimenta con el juicio permanente de todo y de todos.
Como no se puede amar lo que no se conoce... iniciaremos un amoroso camino de conocimiento de esa parte nuestra pero no para castigarla sino para sanarla...
Con este trabajo de autoconocimiento la vida adquirira desde otros planos invisibles un renovado sentido, una gracia inefable y asi advertiremos suavemente como nuestro paso por el mundo tiene un proposito claro y definido: crear sustancia iluminada, a traves de la evolucion de la materia y la expansion de la luz. Los espero con sus aportes amorosos de siempre... Bienvenidos!
Hasta la proxima,
Annie

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